lunes, 2 de diciembre de 2013

El Soberbio: declina el “reinado” de un caudillo pintoresco

01/09/2013 EN LA CUERDA FLOJA. Alberto “Coleco” Krysvzuk, sumido en serias dificultades tras diez años en el poder. • Fue suspendido y podría ser destituido en su tercer mandato • Pocas obras, sospechas de corrupción son parte de su gestión • EL SOBERBIO. “A ‘Coleco’ es más fácil encontrarlo en la radio o en una fiesta del pueblo que en la Municipalidad”, comentan los vecinos con tono jocoso y sonrisa burlona. Para algunos puede ser una exageración pero para otros, que vivieron experiencias propias, es parte de la realidad del municipio de El Soberbio, donde el intendente Alberto “Coleco” Krysvzuk lleva las riendas de mando desde hace 10 años. No hay duda que le puso impronta propia a su gestión. Alrededor de las 6, se lo puede escuchar en la radio, todos los días, donde le habla a quienes fueron su alianza para permanecer 10 años en el poder: los productores de las colonias de alrededores del pueblo, que a esa hora se preparan para comenzar su jornada laboral en las chacras; luego pasa un rato por la Municipalidad a ocuparse de algunas cuestiones y el resto de la jornada pasa entre reuniones y cuestiones personales. El jueves fue suspendido por el voto de cinco de los siete concejales. No es un dato menor que cuatro renovadores votaron a favor de crear una comisión investigadora. Si hay pruebas suficientes, en menos de dos meses podría ser destituido definitivamente. En el pueblo hubo festejos por un lado y desazón por el otro. Así como muchos lo detestan por los manejos desprolijos de los recursos municipales y los ineficientes servicios que presta, otros lo aprecian por su carácter popular y carismático. Por ejemplo, es común para los vecinos verlo convocar a “grandes” reuniones en un quincho que sería propio, donde se comparte buena carne y abundante bebida, en jornadas que se extienden desde la media mañana hasta la tardecita, que transcurren charlando y oyendo música regional con sus seguidores políticos. Manejos turbios y desprolijos En sus diez años al frente del Municipio de El Soberbio, Krysvzuk casi nunca presentó al Concejo Deliberante la información que está obligado a presentar por indicación de la Carta Orgánica. Demasiada paciencia tuvieron los concejales, aunque algunas veces, según comentan los vecinos, pudieron haber mediado favores políticos o de otro tipo, entre las partes. Al parecer la cuerda se tensó al límite y algo en la relación de “Coleco” con los ediles se quebró. En 10 años su forma de manejarse siempre fue la misma, pero el jueves algo cambió. Según datos del Ministerio de Hacienda, recibe cerca de 400 mil pesos por mes sólo por coparticipación, pero los sueldos municipales se pagan cerca de la mitad de esos recursos. Además, el municipio se beneficia con fondos de planes nacionales como “Más Cerca” y el “Fondo de la Soja” pero nadie pudo saber nunca a dónde fueron esos dineros, como tampoco se conoce en qué gasta el resto de la coparticipación que no va a sueldos. En reiteradas oportunidades los concejales y vecinos pidieron conocer cuáles son los bienes municipales, debido a que todos los camiones que realizan la recolección de residuos tienen pintado su identificación popular: “Coleco”. En un reclamo anterior, tuvo que reconocer, pero solo verbalmente, que la mitad de los camiones le pertenecen a su esposa (o sea, también a él) y que son alquilados al municipio, admitiendo una grave “incompatibilidad”. Tampoco se conoce la planta de empleados municipales, dentro de la cual hay personal que está en planta, otros contratados con o sin relación de dependencia y algunos trabajadores que aseguran hacer “changas” para el intendente, que les paga “de su bolsillo” lo que él considera que vale el trabajo solicitado, algunos días a la semana. “Tener un trabajo fijo en nuestro pueblo es ser un ´privilegiado´ por eso, al manejar la caja, “Coleco” maneja las voluntades y las necesidades de la gente a su antojo”, contó un técnico del Ministerio del Agro que asesora a cooperativas de la zona y conoce los manejos y desmanejos municipales por tener que oír todos los días, desde hace años, las quejas de los colonos sobre la administración. Además saca una importante ventaja política con los programas y planes nacionales, de Anses o Desarrollo Social, que llegan al bolsillo de los vecinos y productores pero a través de gestiones municipales donde él se presenta como el principal impulsor. Por lo menos el 30% de la población recibe dinero por pensiones por vejez, invalidez, discapacidad, por familia numerosa, asignaciones familiares, jubilaciones sin aportes, u otros beneficios. Muchos de ellos creen y juran que fue el intendente “Coleco” quien les dio ese aporte, sin conocer que son derechos adquiridos por decisiones nacionales y la Municipalidad solamente hace de intermediaria. “Son votos cautivos y clientelares”, se quejan en la oposición. El concejal Héctor “Neco” Schwart consideró que “este intendente ha tenido la suerte de que le tocó gobernar en una etapa de crecimiento del país. Antes, la coparticipación más todo lo que se recaudaba iba para sueldos, pero en esta última década los sueldos se pagan con la mitad de la coparticipación, la otra mitad sobra pero en 10 años tengo entendido que la inversión sólo fueron tres retroexcavadoras, dos camiones usados, aunque no tenemos datos si se compraron o no porque hay otros que son alquilados, y algunas obras mínimas en la plaza”. Muy poco para 10 años de intendencia. Por otra parte, llama la atención y genera sospechas en gran parte de la población el nivel de vida que lleva el intendente, quien pasó de ser un humilde comerciante a llevar una vida muy costosa, llena de lujos. Los que lo conocen de cerca afirman que posee numerosas propiedades con muchas construcciones y emprendimientos privados, comerciales y turísticos. Si así fuera, algunos concejales creen que difícilmente pueda comprobar de dónde obtuvo los recursos propios. Cero en gestión y servicios La Municipalidad no tiene personal en actividades vinculadas a la Planificación, no tiene control de Bromatología y nadie actúa en cuanto a recaudación de impuestos. Solamente un par de agentes para el tránsito y la recolección de residuos, es todo. Los vecinos construyen donde mejor le parece, bloquean las veredas, de un día para otro aparecen casas en medio de donde era una calle y casi la mitad del pueblo carece de títulos de propiedad. El distrito de Emsa lo consiguieron los vecinos por gestiones propias y las cooperativas se encargan de muchas obligaciones que debería cumplir el Municipio. Incluso los Bomberos subsisten y se las “arreglan” sin ayuda de la comuna. La salida laboral es mínima y los jóvenes no tienen donde continuar una carrera terciaria, muchos jóvenes deben trasladarse todos los días a San Vicente para estudiar y cuando le pidieron ayuda al intendente, les negó. En los últimos años “Coleco” quebró la alianza más fuerte que tenía con un sector de la población que lo acompañó en las dos primeras elecciones: los productores de las colonias. El voto de éstos fue fundamental en sus triunfos electorales, pero la falta de mantenimiento y renovación del Parque Vial lo alejó de este sector. “Los caminos se encuentran en pésimo estado, hace un año fue la última vez que arregló y ahora no podemos sacar los camiones con producción de las chacras. El intendente le cobra el combustible a los consorcios (comisión vecinal) pero después resulta que las máquinas viales no funcionan porque no tienen mantenimiento, no se compraron nuevas máquinas, entonces no se arreglan pero tampoco se reintegra el combustible”, apuntó el concejal del Partido Agrario y Social “Neco” Schwart, quien vive en Colonia el Fisco, a 30 km del pueblo por camino de tierra. Por su parte, Mauri Gall, un productor esenciero de Fisco, domiciliado en Ruta 15 km 18, se quejó porque “hace un año le entregamos 600 litros de combustible y solamente arreglaron un tramo del camino, luego se fueron a otra colonia con 360 litros que eran nuestros”. “En otra ocasión nos pasó lo mismo, el tractor se fue con 160 litros que era un remanente, los productores queremos que nos devuelva el combustible pero no el líquido, queremos que nos devuelva en arreglos de camino. La última vez que arregló fue hace un año, nosotros juntamos firmas y ahora le vamos a llevar al Concejo Deliberante”, agregó. Por último brindó su razonamiento político: “Nosotros no queremos este intendente si no nos va a apoyar. No queremos tener una persona en El Soberbio que no nos da resultado. Hoy, vaya a la colonia que vaya, todo el mundo se va a quejar de la misma manera. Si no nos respalda queremos que se vaya”, sentenció. Rosa “Eliani” Emilia, concejal electa por el Frente “Luche y Vuelve”, que asumirá el 10 de diciembre, dijo a PRIMERA EDICIÓN, “en gestión yo le pondría nota cero al intendente”. “Los primeros años hubo un trabajo importante de “Coleco” pero después se implementó la cultura únicamente de las pensiones, dejando al costado otros temas. Nunca se pensó en traer una industria para generar trabajo. Con las pensiones se sujeta un margen de votos pero no se puede ofrecer una pensión a los jóvenes ni a la gente que está en condiciones de trabajar, con eso no hay futuro”, evaluó la edil electa. Por último “Eliani” reclamó que “ojalá esta comisión ponga a la luz del día todos los hechos de la gestión, así sabemos qué tiene el municipio y qué no tiene, qué falta hacer y qué se hizo, que los concejales tengan el coraje de hacer lo que pide la población y que la próxima gestión, sea el intendente que sea, maneje las cosas con más transparencia”. Otro problema trascendental que tiene el municipio y no se solucionó en 10 años es la falta de agua potable. “La planta potabilizadora municipal no tiene depósito para almacenar agua, tienen que procesar el agua e inmediatamente enviarlo. La población creció, la plata es la misma, esto se podría resolver con un depósito de agua cisterna, pero no se hizo nada”, reveló un técnico agrario que prefirió el anonimato por temor a represalias. El informante reveló que “el agua, después de pasar por los filtros de planta potabilizadora, debería permanecer 72 horas con cloro para el tratamiento de microorganismos, pero el agua se larga cada siete u ocho horas sin el tratamiento adecuado porque no da abasto, si esperan 72 horas todo el pueblo se queda sin agua”. Otro dirigente local, vinculado laboralmente a la Municipalidad, contó que “se está construyendo una nueva planta potabilizadora pero va a quedar chica para el pueblo. Antes de terminar la obra ya sabemos que va a quedar chica y no va a dar abasto; en lugar de proyectar para 20 años a futuro ya estamos atrasados”, se quejó. Asfalto, primero por casa “Lo único que pudimos observar que se hizo fue un arreglo de mil metros en la plaza y el mástil en la esquina del centro, es una inversión mínima, después no tenemos conocimiento de ninguna otra obra con los fondos de la soja”, explicó el concejal Schwart. Agregó que “ahora vimos que comenzó un par de cuadras de empedrado, pero sólo hubo movimiento unos días antes de las elecciones, después quedó todo parado, es demasiado poco”. Otro vecino y empresario del centro de la ciudad, que fue candidato a intendente en años anteriores, consultado por este diario relató que “casi las únicas cuadras de asfalto que hizo la Municipalidad empezaron a ser construidas cerca de su propiedad, fueron una de las pocas que se hicieron en toda su gestión”. Y remarcó que “la licitación de la terminal del pueblo y de la terminal de San Pedro tuvieron montos similares de presupuesto, pero resulta que la terminal de San Pedro es cuatro veces más grande, entonces no entendemos este tipo de cuestiones”. Los caminos del municipio están totalmente abandonados, muchas veces se arreglan por la voluntad de los vecinos, mientras las máquinas retroexcavadoras se oxidan a la intemperie en un predio municipal. Además, le niega a los bomberos los fondos que le debe transferir, obligado por ordenanza, para la construcción de la obra del cuartel y el mantenimiento del camión. “Es una lástima que perdimos diez años de crecimiento económico y como pueblo no crecimos nada, El Soberbio no creció en nada, mientras otros municipios crecieron a pasos agigantados, con obras, asfalto, nosotros seguimos igual, es por la falta de transparencia que nunca hubo”, remató un vecino de la misma manzana de la Municipalidad. Bomberos, sin apoyo municipal José Pires, presidente de la Comisión de Bomberos y empleado municipal, se quejó porque hace meses la Municipalidad les retiene los fondos para la construcción del cuartel y les niega cualquier tipo de apoyo. “Hoy nos está faltando material, lo que tenemos fue donado por los vecinos, despacito estamos haciendo la obra, hace dos meses está todo parado porque no tenemos los recursos, nos movemos cuando un vecino trae una bolsa de cemento, otro un poco de piedra, otro arena, y así estamos. Muchas veces hicimos fiestas, venta de pollo para juntar dinero pero no nos alcanza”, enfatizó el bombero voluntario. Relató que “tenemos un camión que trajimos del Cuartel de General Rodríguez, provincia de Buenos Aires, que nos dieron totalmente fiado y le estamos pagando como podemos”. “También tenemos muchos gastos para capacitar a los muchachos, por suerte tenemos siete bomberos voluntarios que viajaron a capacitarse y ya están recibidos, todo eso sale plata y muchas veces tenemos que poner de nuestro bolsillo, a pesar que el intendente debe transferirnos una suma mensual”, agregó Pires. El voluntario contó que “existe una ordenanza municipal de los concejales para hacer fondo para los bomberos que sale del impuesto a la propiedad de la tierra, la Municipalidad debe trasferir pero no lo hace, el año pasado le intimamos y solo nos depositó la mitad de un trimestre, cada trimestre recaudó mas o menos 35 mil pesos que nos debía transferir y en todo el año nos transfirió 15 mil pesos; y este año nada”. “Así hay veces que dan ganas de abandonar todo, no tenemos otro tipo de ayuda, solo unos días de mano de obra de los compañeros empleados municipales, pero no se entiende que el gobierno municipal ni provincial no apoye a los bomberos, que prestamos un servicio para toda la comunidad, somos los primeros ante cada incendio o accidente”, añadió. Y por último se quejó porque “tampoco el gobierno provincial nos ayuda, le pedimos y el secretario privado del gobernador nos prometió un subsidio pero anduvimos meses atrás y no recibimos nada, no entendemos porque es una ciudad turística, todos los días hay accidentes en la ruta costera y nosotros trabajamos sin tener respaldo de nadie, solos de los vecinos, comerciantes y empresarios que aportan lo que pueden”. Por otra parte, un grupo de estudiantes de magisterio se entrevistó con este diario y contó las odiseas que tuvieron que pasar para seguir estudiando. Durante los primeros meses del año utilizaron para viajar todos los días a San Vicente, un colectivo perteneciente a una escuela local pero que estaba a cargo de la Municipalidad de El Soberbio. Ellos tenían que pagar el combustible y en julio el chofer, un empleado municipal, le empezó a pedir el viático. Luego le pidió el dinero para el combustible que se negaron a dárselo. El incidente llegó a oídos de “Coleco” quien sacó al chofer y entregó el colectivo para que los jóvenes manejen, solamente firmando un papel de autorización. En tres días de viajes tuvieron múltiples problemas de frenos, luces, asientos, roturas en el motor, finalmente el micro dejó de funcionar. Cuando le pidieron mantenimiento “Coleco” se negó. Entonces bloquearon la calle del centro de la ciudad el 27 de julio para llamar la atención sobre su problema. Finalmente, y luego de mucha presión, el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza obligando al Municipio a ayudar con la mitad del costo, mientras que los estudiantes deberían cargar con la otra mitad. Son 32 estudiantes que cada mes deben abonar seis mil pesos a una empresa privada que los traslada, mientras que el municipio pone otros seis mil, pero solamente hasta fin de año. Temen que el año próximo no tengan como moverse y muchos de ellos no cuentan con los recursos para viajar en micros de linea todos los días. El conflicto de la soja Uno de los detonantes de la decisión de avanzar con la comisión investigadora habría sido el descubrimiento de la AFIP de un cargamento de soja donde quedó detenido un sobrino de un concejal que no votó por la comisión investigadora. Para ese entonces Coleco ya tenía inconvenientes con el Concejo. Justo unos días antes del operativo policial, bolsas similares de soja fueron fotografiadas en un quincho municipal donde se toman los exámenes viales a los conductores que quieren recibir el carné de conducir. El quincho podría ser del intendente y la soja incautada estaba en bolsas similares a las que había en el quincho. Muchos sospechan que “Coleco” o uno de sus funcionarios más cercanos tendría relación. http://www.primeraedicionweb.com.ar/nota/impreso/109763/2257/el-soberbio-declina-el-%E2%80%9Creinado%E2%80%9D-de-un-caudillo-pintoresco.html

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