lunes, 2 de diciembre de 2013

Candelaria, el pueblo donde mandan el miedo y el autoritarismo

08/09/2013 • El gobierno renovador de Carlos Flores presenta cada vez más hechos polémicos • Un Concejo que no controla y que hasta fue capaz de regalarle el terreno fiscal al jefe comunal donde era ocupante • CANDELARIA. Miedo, sospechas de corrupción y autoritarismo son características inocultables que se perciben entre la población de Candelaria, su gobierno y los hechos que han sucedido en los últimos años. Además de la pobreza en la que vive casi un tercio de su gente y las pensiones no contributivas, que se repartieron como caramelo y pasaron a ser un sostén económico elemental para el municipio, que tiene casi al 10% de sus habitantes como beneficiarios, siendo el porcentaje más alto de Misiones y del país para un poblado normal. La ex capital misionera tiene unas 23 mil personas, muchísimas en situación de pobreza. Mientras, se afirma, su intendente, Carlos Flores, y sus allegados más cercanos, se han enriquecido notablemente y mantienen una vida costosa, llena de lujos, a pesar que llevan solo la mitad de su segunda gestión en el cargo (seis años). Flores ganó su segunda intendencia en el año 2011 con sólo 2.400 votos, apenas el 10% de la población, gran parte de ellos fueron votos clientelares de personas humildes que reciben planes o ayuda del Estado y que fueron trasladados por los punteros municipales para votar. El otro 90% no acompañó su gestión con el voto pero gracias a la trampa de la ley de lemas un dirigente como él, con escasa representación, puede convertirse en intendente municipal. La gente tiene miedo, no se encuentra a nadie que se anime a denunciar ni comentar en público nada que sea crítico al gobierno municipal. Pero en voz baja tienen muchas cosas para contar y demuestran impotencia ante la marcha de los sucesos. “El intendente maneja todo, cualquier cosa donde circule dinero él tiene un pie metido ahí, no deja que nada crezca sin su presencia”, resumió un vecino a pocos pasos del municipio. El Concejo Deliberante funciona como un anexo administrativo del Ejecutivo, ya que cuatro de los cinco concejales (tres renovadores y una radical) votan a favor de todos los proyectos oficialistas. Pocas veces solicitan informes o explicaciones sobre los proyectos, salvo en los más polémicos. Las compras, licitaciones, acuerdos, contrataciones, entre otras cuestiones administrativas que realiza la Municipalidad, pocas veces pasan por el Concejo, y en los casos que llega el expediente, se aprueba sin debate de por medio. Son fuertes las sospechas de los vecinos de que Flores y sus allegados municipales utilizan los recursos municipales (personal, fondos y vehículos) para cuestiones personales. De hecho, hay una denuncia presentada en la Justicia por un caso de estos. Se trata del caso de Oscar Aníbal Monzón, un vecino histórico de Candelaria, conocido por todos, que vendió su casa en Buenos Aires para venir a trabajar -según su denuncia- en una panadería con el tesorero municipal Hugo Paiva. Según relató Monzón a PRIMERA EDICIÓN, “yo conozco a Paiva de chiquito, me comentó un día que quería poner una panadería y me ofreció trabajar con él. Yo vendí mi casa en Buenos Aires porque vivía cerca de una villa, pero cuando vine me encontré con otra realidad: me pagaba 500 pesos por semana y me trataba mal. Me ofreció una pensión como discapacidado pero yo no acepté. Cuando le reclamé que necesitaba trabajar en blanco me echó, me dejó en la calle sin nada”. “Yo hice la denuncia y me amenazaron de muerte, que iban a traer un sicario paraguayo, que me iban a hacer pegar por la patota de la UTA (el gremio de colectivos del cual el intendente Flores es tesorero), pasaban semanas que no podía dormir, entonces me tuve que ir de nuevo a Buenos Aires, pero hice la denuncia y le voy a reclamar hasta el final”. Monzón agregó además que “tengo facturas donde se compraban insumos para la panadería todo a nombre de la Municipalidad”. “Ahora Paiva dice que no me conoce pero cuando yo me fui a la Anses descubrí que tenía un contrato por más de tres mil pesos en la Municipalidad, firmado por Paiva, y esa plata yo nunca la vi, alguien se quedaba con la plata de mi contrato”. Monzón se anima a realizar la denuncia porque ya no tiene domicilio en Candelaria, pero asegura que “mi casa está ocupada, cuando yo me fui trajeron a una familia a vivir ahí. Yo en Buenos Aires estoy alquilando pero tengo diez chicos para mantener, por eso voy a continuar con ese juicio porque me quedé tirado”. “Hay mucho miedo en Candelaria, todos conocen los manejos de ese grupo, pero nadie dice nada porque enseguida te mandan la patota. Además la gente es muy pobre, muchos viven solo con las pensiones y otros no tienen nada”, finalizó. Un “terrenito” para Flores Es común escuchar a los vecinos hacer comentarios sorprendidos por el crecimiento patrimonial de los funcionarios municipales y la cantidad de propiedades que recorren, todas con construcciones en camino. En algunos casos, se observan empleados y maquinaria municipal trabajando. Hubo un caso que fue muy resonante, cuando el propio Ejecutivo (ejercido por Flores) envió un proyecto de ordenanza para otorgar títulos de propiedad a los ocupantes de una manzana fiscal determinada como manzana 252 solares A y H, entre los cuales estaba la vivienda del propio intendente. Ni siquiera tuvo la delicadeza de pedir a uno de sus estrechos concejales (incluso la edil radical) para no ser él mismo el beneficiado particular de su propia iniciativa gubernamental. A pesar de ser muy exagerada la “irregularidad” y del revuelo, con fecha 30 de abril, los concejales aprobaron la afectación de las tierras fiscales “al uso particular por parte de las familias que acreditan la tenencia y utilización con un plazo de 10 años”, entre los que aparece Carlos Omar Flores, Lidia Beatriz Cristaldo y Sixta Melgarejo Silva. Con fecha 17 de mayo, la ordenanza 25/13 fue publicada en el Boletín Oficial de la provincia con lo cual, cerró el plazo legal para que el trámite siga adelante. Además, los que vieron alguna vez de cerca la contabilidad municipal se sorprenden porque existirían – dicen - compras de todo tipo que no tienen relación con el funcionamiento de un municipio, como equipos de discoteca, materiales de construcción, insumos de panadería, y otros productos que los municipales no conocen su destino. Emprendimientos bajo sospecha Muchos de los emprendimientos que impulsó la Municipalidad se encuentran bajo sospecha de la comunidad, que observa maniobras “raras”, escasas de transparencia, que le generan desconfianza. • Hipódromo: se construyó en plena calle, con recursos municipales y empleados municipales. Una vez terminada la obra y cuando comenzaron a realizarse las primeras carreras, el municipio decide entregar todo a una asociación civil, cercana al intendente, cuyo presidente fue candidato radical y figura como integrante de la Cooperativa de Servicios Públicos de Candelaria Limitada (Coscal), Juan Brunner. El Concejo Deliberante votó a favor sin chistar. Varias veces se vio a Flores cerca de la cantina en las carreras. A los pocos meses, con el avance de las obras de la EBY, el hipódromo quedó geográficamente en medio del plan de obras y la asociación civil habría recibido una millonaria indemnización en forma de subsidio por parte de Yacyretá, no se conoce el monto pero algunos hablan de siete cifras. • La Salada: los vecinos y compradores consideran que la Salada Misionera aún no llena las expectativas. A los que estacionan cerca se le cobra estacionamiento con precios elevados y no le dejan a los vendedores instalar puestos de venta de alimentos o bebidas en las inmediaciones, solamente allegados al municipio pudieron hacerlo. Algunos creen que el intendente tiene puestos en el lugar ya que por la tarde se lo pudo ver bajando bultos e introduciéndolos al galpón. • En la radio donde el intendente tenía un programa se puede observar a empleados municipales en horario de trabajo. Algunos creen que cumplen funciones en la radio. También habría un empleado municipal todos los días en una parrilla, junto a unas cabañas, instalada en la entrada al pueblo. • Pensiones: El director del hospital local, Ricardo Pereira, denunció que le falsificaron la firma para obtener pensiones truchas por discapacidad. Serían más de dos mil en todo el pueblo y 300 con firmas truchas, el 10% de la población sería discapacitada, pero se sospecha muchas podrían caer luego de la investigación que encamina la justicia. Se detectó a funcionarios municipales, algunos parientes del intendente y otras personas que no necesitarían ese beneficio. En los próximos días el juez Marcelo Cardozo citará a indagatoria a las personas que tendrían pensiones sin tener discapacidades. Los beneficios se acercan a los 1.800 pesos por persona y cada fin de mes se puede observar a cientos de personas amontonadas esperando el turno de cobrar. Desde que estalló la denuncia la Municipalidad dejó de tener el control de los trámites como ocurre en el resto del país. • La Coscal: la cooperativa está manejada también por gente cercana al intendente. Los vecinos se quejan porque el agua sale turbia y gastan mucho dinero en agua embotellada para tomar, debido a que sienten olor y mal gusto en el agua de red. Para colmo se quejan porque es cara. El servicio de recolección históricamente lo realizaba la cooperativa, pero en los últimos años sería una empresa privada contratada, pero lo raro es que la empresa en algunos casos tendría a empleados municipales en sus funciones. Como si fuera poco, el domingo pasado se robaron 50 mil pesos de la recaudación y los vecinos y policías sospechan que fueron sus propios integrantes. • Obras: en Candelaria pareciera que la inflación es muy superior a otros lugares, sobre todo en cuanto a materiales de construcción debido a que el municipio paga materiales al doble de precio que los que se consiguen en cualquier ferretería, según una factura a la que pudo acceder este diario. Por ejemplo: presupuestaron en una obra realizada el año pasado, 98 pesos por una bolsa de cemento, 385 por metro de piedra y 370 pesos por metro de arena. Con los fondos de la soja se realizaron muy pocas obras, una remodelación de la plaza, un depósito en el fondo del municipio y la compra de un camión pero sin conocer el monto ni el anterior propietario. http://www.primeraedicionweb.com.ar/nota/impreso/110134/2264/candelaria-el-pueblo-donde-mandan-el-miedo-y-el-autoritarismo.html

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